CARLOS BETHA EDUCACIÓN Y CULTURA PARTICIPATIVA: FUNDACIÓN "MANUEL VELAZQUEZ CABRERA". ESTEBAN VELAZQUEZ GUERRA s.j.

** FUNDACIÓN "MANUEL VELAZQUEZ CABRERA". ESTEBAN VELAZQUEZ GUERRA s.j.

La Iglesia y el trabajo por la justicia

Por Esteban Velázquez sj.

Esteban Velazquez sj es

El Centro Loyola de Las Palmas, ha organizado una serie de conferencias bajo el título: presente y futuro de la Iglesia. Esteban Velázquez sj, habló sobre el trabajo por la justicia en la Iglesia.

JESUS DE NAZARET, HEREJE DE LA ACCIÓN

Pio XII hablo de la “herejía de la acción”, hace tiempo y esa actitud básica espiritual de temor ante la acción, como peligro de “perder” la espiritualidad, ha marcado y sigue marcando la espiritualidad cristiana. La santidad y la pureza, corren peligro por el desbordamiento o las impurezas de la acción. Y esto, de forma casi inconsciente, aunque conscientemente sigamos pensando que la fe sin obras es vana, como diría el Apóstol Santiago. Sin embargo, debemos acudir a nuestra única fuente con valor de referencia absoluta. Jesús de Nazaret. Y, en él, me parece, que hay tres cosas claras:

Lo que Jon sobrino llama el “principio misericordia”, en el sentido de que Jesús no acepta ninguna norma, ninguna práctica religiosa, ni ninguna espiritualidad, que le impida ejercer la misericordia. La praxis solidaria, no puede ser impedida por ninguna espiritualidad, y se erige en criterio de verificación de la verdad de toda espiritualidad.
Pero hay mas: hay una primacía de la praxis de solidaridad con el prójimo, sobre la contemplación y las prácticas religiosas de culto o de comunidad, por muy participativa y ejemplar que esta sea. Ser una persona sólida para el Evangelio, edificada sobre la roca, no es, primariamente, tener una sólida formación o “vida interior”, sino “oír su palabra y ponerla en práctica”. En la parábola del juicio final, la práxis tiene una primacía absoluta. De manera, que con toda objetividad evangélica podemos afirmar que mucho mas peligrosa, en toda época histórica, es la “herejía de la pasividad” o del “pecado de omisión ante los desfavorecidos” que cualquier “herejía de la acción”. Teóricamente son perfectamente compatibles acción y cultivo de la vida interior, pero en la práctica hay muchas trampas psicológicas, que impiden, que una práctica fiel de ejercicios espirituales interiores impida la praxis de la misericordia. No en vano, los principales enemigos de Cristo, fueron, más que los“herejes de la acción”, los “herejes de la insolidaridad y la falta de misericordia”, que se contaban sobre todo entre los más fieles practicantes de la religión.
Es más, Cristo fue considerado por estos otros, en cierto sentido, un hereje de la acción , en cuanto que no solo sus discursos, sino sobre todo sus prácticas de solidaridad igualitaria absoluta, sin exclusiones, al margen de la ley y sin especiales insistencias en la fundamentación religiosa o espiritual de las mismas, tuvo en El un escenario permanente en su vida
No es sólo, que la acción solidaria de un cristiano es fruto de la oración y de la vida interior, esto es una verdad parcial, sino que, sobre todo, es la viceversa: el hacer solidario cristiano a favor de la justicia y la misericordia es un presupuesto esencial de la oración y no solo una exigencia ética derivada de una fe ya constituida.